Historia

La historia de Ficep también es la historia de dos familias unidas por el mismo espíritu emprendedor, las familias Colombo y Giuliani, quienes en 1930 fundaron “Fabbrica Italiana Cesoie e Punzonatrici S.A.”. Con sede en Milán, la compañía estableció sus primeras fábricas en la vecina Gazzada, lugar que ofrecía más facilidades a la hora de encontrar el espacio necesario para llevar a cabo sus actividades.

La mentalidad industrial enfocada a la innovación tecnológica y a la calidad, así como las decisiones inteligentes tomadas y la creciente industrialización experimentada en la región circundante fueron factores que propiciaron el crecimiento de la empresa en sus inicios.

Al salir de los años oscuros, tras la Segunda Guerra Mundial, Ficep contribuyó en gran medida a la reconstrucción del patrimonio italiano tras el conflicto bélico. Años después, en la década de 1960, Ficep se estableció como empresa modelo, tanto desde un punto de vista organizativo, con una gestión moderna, como desde el punto de vista de la calidad en el lugar de trabajo, con la creación de una infraestructura social progresiva, como servicios sanitarios, un centro recreativo y de bienestar para los trabajadores y cursos de formación profesional.

En 1965, la empresa hizo un importante avance tecnológico, con el paso a la electrónica y la producción de innovadoras líneas automáticas de control numérico para la división de maquinaria de fabricación de acero. Durante años de grandes cambios sociales, en 1974, y con el propósito de ajustarse a los requisitos internacionales del mercado, Ficep cambió su razón social, pasando a ser una «SpA» (Sociedad Anónima).

En décadas de desarrollo continuo, la verdadera constante sigue siendo la guía que marcan las familias originales, quienes siguen estableciendo la dirección de la empresa, inspirada por la calidad y la innovación.

A partir de la década de 1990, a su vez, y en vista del fenómeno creciente de la deslocalización, Ficep hizo una elección precisa, contra la tendencia del resto del mercado, al decidir mantener todas sus líneas de producción y conocimientos en Italia, demostrando así un gran apego por su propio territorio y sus raíces.

A la vez que se enfrentaba a una competencia agresiva en lo referente a precios, Ficep sacó el mayor partido de su organización interna al planear una red lógica de empresas, con empresas satélite pequeñas, altamente especializadas y flexibles, lo que le permitió obtener ahorros de gestión sin renunciar a los mayores estándares de calidad.

En lo que respecta a la innovación, esta ha sido una filosofía de empresa adoptada con muchas soluciones patentadas para nuestro sector; un ejemplo de ello fue la presentación en 1995 de la tecnología de motor lineal de accionamiento directo permanente (Direct Drive) para las líneas de prensas de husillo, un producto omnipresente que permite reducir los requisitos energéticos a la vez que mantiene la capacidad productiva.

Mientras tanto, los aspectos internacionales del Grupo se vieron reforzados por la expansión continua, con la creación de filiales directas en todos los principales mercados del mundo.